Así como dificultosa, pero alcanzable, es la manera de extraer el preciado ticket del dispensador. Este track es dedicado a nuestra amada paridora de tickets, esa maquina ya casi inservible que a diario rayamos con nuestra moneda antes de insertarla, ligando que al primer intento suelte el preciado papel amarillo y de esta forma poder dirigirnos hacia nuestro destino. Maquina donde reposan interminables metros proveedores de camino. Un universo imaginario yace tras su fachada de acero, que escucha aún el eco de las voces de cientos de caminantes que suplicantes oprimen sus botones para que ella les dé a cambio de la moneda correcta, uno de sus hijos.
